Zamparini es escéptico sobre la posibilidad de que un club italiano (ni siquiera Juventus) pueda pagar los 40 millones de euros en que cotizó a Dybala, que es considerado el hombre clave para construir alrededor suyo el "dopo Tevez".
Carlos Tevez, goleador y figura del campeón Juventus, avisó que no seguirá en el club cuando finalice su contrato actual, dentro de 15 meses.
El problema para Juventus es que Zamparini apunta a transferir enseguida, en el próximo libro de pases, al juvenil argentino, por lo que no aceptaría un eventual "derecho de prelación" para 2017, dada la urgencia que tiene de vender a Dybala en junio venidero.
La razón es muy simple: de no vender al argentino entonces, Dybala llegaría a fines del corriente año en condiciones de convertirse en jugador libre, según las reglas FIFA, ya que su contrato vence en junio de 2016.
Esta posibilidad explica por qué Dybala no quiere renovar dicho contrato, lo que hizo enfurecer a Zamparini, quien sabe que si ese proceso se desencadena tendrá un daño enorme para sus bolsillos, lo que explica los conceptos durísimos vertidos contra el jugador y "los pésimos personajes que lo rodean".
De allí que, según afirman medios italianos, esté dirigiendo su mirada fuera de Italia, en particular hacia el fútbol inglés, desde donde llegaron noticias concretas sobre dos clubes que querrían a Dybala (Arsenal y Chelsea) y que no tendrían problemas en pagar lo que Zamparini quiere.