Pero la buena suerte de Mouche se terminó en Aeroparque. Una multitud de hinchas y periodistas lo esperaban para felicitarlo por la victoria en el Superclásico y para saber sus impresiones del partido.
El delantero accedió a todos los pedidos, firmó autógrafos y respondió a las inquietudes periodísticas con un claro buen humor. Lo que no sabía la figura del clásico era que, en ese momento, el micro con sus compañeros se estaba yendo, dejándolos a él, Ledesma y Erviti en el medio del tumulto.
¿No se habrá dado cuenta Julio Falcioni de que le faltaba el goleador? En tono de broma, Mouche debió volver a la Boca en taxi.
Fuente: playfutbol.com