Buenos Aires, 18 de julio (Télam, por Carlos Nis y Mariano Suárez).- La pesificación a la que se vio sometida la economía argentina en los últimos tiempos y que por lógica consecuencia también afectó directamente al deporte rentado, provocó el curioso fenómeno de colocar ante mejores perspectivas salariales a los amateurs que se desempeñan en el exterior que a los profesionales de alta competencia que se quedaron en el país.
Sueldos de hasta ocho y diez mil dólares mensuales como los que ganan en Europa, por ejemplo, varios jugadores del seleccionado argentino que acaban de obtener el torneo Panamericano, ante la conversión se elevan a 30 mil pesos o más.
Y esto supera largamente lo que percibirían por todo concepto y en el mejor de los casos un futbolista de la primera división boquense como Omar Pérez o Gustavo Pinto. (Télam).