Al concluir su primer misa pública en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, el papa salió al balcón del templo para saludar a la muchedumbre que aguardaba bajo una intensa lluvia.
Primero, Francisco pidió perdón por no hablar en portugués y anunció que lo haría en castellano: "Le pido a la Virgen que bendiga a sus hijos, que bendiga a sus padres, que bendiga a todo el país", afirmó.
"Ahora me voy a dar cuenta si me entienden, les hago una pregunta: ¿una madre, se olvida de sus hijos?", dijo el Santo Padre en referencia a la Virgen y la multitud contestó con un estruendoso "no".
"Ella no se olvida de nosotros, nos quiere y nos cuida y le vamos a pedir la bendición", para luego impartir la misma con la imagen de la Virgen de Aparecida en sus manos.
Fuente: Télam