Los padres y directivos de la escuela provincial 335 realizarán turnos con los policías y cuando vean un menor alcoholizadolo llevarán a su domicilio y notificarán a la familia.
"En el barrio creció la inseguridad y resulta muy difícil controlar a los chicos, pero por suerte los padres son conscientes de ello" dijo Elida Sanabria, vicedirectora de la Escuela 335 del barrio humilde, a la que asisten más de 600 alumnos a recibir educación bilingüe. (Télam)