"En rigor, entre Camila y Clorinda hubo un paralelismo en la repulsa popular contra la aplicación de la pena capital a una mujer embarazada, pero los casos eran distintos: Camila fue una víctima (y para algunos hasta una mártir de la libertad) y Clorinda ésta cargaba con el asesinato de su marido y padre de sus cinco hijos, el pintor Jacobo Fiorini, un reconocido retratista de la época", contó Abós en diálogo con Télam.