Egiptólogos de la Universidad de El Cairo, liderados por el profesor Salima Ikram, aseguran que al momento de su muerte, en 1323 a.C., el faraón se encontraba librando una lucha religiosa contra las huestes de su primo, Akhenatón, que reivindicaba un retorno al antiguo culto solar del dios Aton.
Fuente:
Télam