Según el periódico, los archivos del FBI que pasaron al dominio público demuestran que el autor de "Nuestro hombre en La Habana" y "El poder y la gloria", fallecido en 1991, fue seguido paso a paso, y que sus desplazamientos suscitaban despachos diplomáticos norteamericanos.
"Como podía esperarse, las posiciones de Greene sobre la política y las acciones de Estados Unidos no son halagüeñas", comentó un diplomático en un despacho enviado en 1984, después de un virulento discurso del escritor sobre América Latina.