Los fuertes vientos que se registraban en la zona empujaron la mancha de fuel-oil hacia Cabo Finisterre y se teme que la nueva marea negra alcance este fin de semana a la llamada Costa de la Muerte de Galicia, donde ya existe un alto grado de contaminación.
La flota internacional de buques anticontaminación intentaba continuar con las tareas de limpieza, pero las condiciones meteorológicas desfavorables dificultaban la labor. (Télam)