El artista tuvo el don de la perfecta ubicuidad que le permitió estar presente en ranchos y almacenes de campo, sets de Hollywood y museos y galerías de arte.
El caso Molina Campos (1891-1959) exige la investigación respetuosa que examine los valores plásticos de su obra que le valieron el reconocimiento internacional y las razones -menos tangibles pero profundas y perdurables- de la adhesión popular. (Télam)