La multitudinaria marcha, que recorrió desde ayer al mediodía, cuando partió de Rosario, casi 70 kilómetros llevando consigo la imagen venerada de la Virgen del Rosario, participó a su llegada al santuario de la Virgen de la Virgen de San Nicolás de una misa oficiada por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás.
"Esta impresionante manifestación de fe demuestra que no todo está perdido en este país, porque hay buena madera", dijo el padre Osvaldo Bufarini, titular de Cáritas-Rosario, quien ayer aguardó en Arroyo Seco el paso de los peregrinos para saludarlos. ( Télam)