Todo comenzó el pasado jueves 27 de junio, cuando Lucio Guillermo Mamaní (45) y su esposa Lidia Vilca (44) salieron de la humilde vivienda familiar construida con barro en las proximidades de Lagunillas del Farallón, a unos 350 kilómetros al noroeste de la capital jujeña, departamento de Rinconada.
Los pastores dejaron en el hogar a sus cuatro hijos menores y partieron rumbo al paraje "Cueva Amarilla", donde se guardan los animales, para llevarlos luego a Lagunillas del Farallón, a unos 80 kilómetros a pie, para faenarlos y proveer de carne a la escuela 131 "Alfonsina Storni" de esa localidad.(Télam)