Desde hace poco tiempo, sin embargo, esta tradición de panes humildes está cambiando vertiginosamente. Por primera vez, según releva PlanetaJOY, el pan está dejando de ser un alimento pobre que sólo sirve para acompañar la comida, y está empezando a ser un protagonista más de la vida gourmet. Un poco por la necesidad de una vida más sana y por la revalorización de ciertos procesos nobles, pero también por la irreverencia de algunos chefs que se animaron a jugar con esta sagrada preparación, el pan empezó a evolucionar. Se importaron variedades y estilos de otras culturas, se los sometió a procesos de cocción sofisticados, se les agregó ingredientes que los enriquecieron, y poco quedó de ese pan plano —sin fermento ni leudado— que se elaboraba en la antigüedad para satisfacer a esclavos y campesinos hambrientos. Hoy en día, el pan ya no es solo pan. Y de sonso, no tiene un pelo.
El lactal gourmet, las panaderías de autor y las tiendas de pan en los restó, son muestra de esto. Si querés saber más sobre esta moda, hacé click acá.
fuente: minutouno.com.ar