Así lo establece el nuevo Manual de Convivencia aprobado por el concejo municipal, que causó controversias en la ciudad, informó ANSA.
Luis Pineda, secretario de gobierno de Tulúa, justificó la medida argumentando que "el 90 por ciento de las quejas que se recibían en las inspecciones de policía eran problemas entre vecinos generados por chismes y comentarios mal intencionados".
Pineda declaró a RCN que la alcaldía comenzará pronto una campaña masiva para divulgar el Manual de Convivencia.
Es absurdo que un alcalde pretenda acabar ahora con una costumbre que está muy arraigada entre los tulueños. Es que el chisme hace parte de nuestra cultura", dijo el periodista Ciro González al diario local El país.