El tren se descarriló a la altura de la estación bonaerense de Ranchos, al circular por unas vías obsoletas que no se utilizaban desde hace 10 años para el transporte de personas, sólo de vagones de carga.
El hecho puso en evidencia la falta de un plan de contingencia para atender y evacuar a los viajeros y el peligroso estado en que se encuentran las vías férreas, que de tan deterioradas, impiden circular a más de 30 kilómetros por hora y llegar a horario, según admitió este jueves la empresa Ferrobaires. (Télam).-


