Se trata de Beatriz Lorenzo, quien entre 173 hombres que viajan en el Irízar, se atreve a reírse de la legendaria teoría que dice que una mujer a bordo trae mala suerte y afirma: "No es éste mi primer viaje a la Antártida y apuesto a que tampoco será el último".
"Extraño muchísimo a mi familia y a mis hijos, tengo uno de veinte y otro de quince años, y ya les dije que podía volver a casa en uno, dos o más de tres meses, todo dependerá de la misión", confesó Lorenzo en un reportaje exclusivo que le hizo Télam a bordo del rompehielos.
La mujer es personal civil de la Armada Argentina y desde 1977 se dedica a las tareas de investigación de los estudios del campo y comportamiento de los hielos.
Sobre su vida personal a bordo del rompehielos y la relación con la tripulación, la científica dijo a Télam quetiene "muy buen trato con todo el personal a bordo" y aclaró que nola "acosan", sino que la "respetan".
Con esta misión Beatriz cumplirá la octava campaña hacia la Antártida, donde normalmente realiza sus tareas en la Base Belgrano, la más austral que tiene la Argentina en la Antártida.(Télam)