Explica que “la bronquiolitis es una infección respiratoria viral que afecta a niños hasta el año de edad, especialmente severa en menores de 3 meses. Es más frecuente en mayo, junio y Julio, cuando aparece el frío”.
La bronquiolitis está causada en el 80% de los casos por el virus sincicial respiratorio y se caracteriza por empezar como un resfrío común, con secreción y congestión nasal, tos y eventualmente fiebre los primeros 2 y 3 días. “Luego, el virus progresa y comienza a irritar las vías respiratorias bajas, dificultando la respiración. Los síntomas típicos de dificultad respiratoria son la respiración acelerada (taquipnea), el mayor esfuerzo respiratorio o retracción costal (hundimiento de los espacios entre las costillas), irritabilidad con posterior dificultad para alimentarse y para dormir”, expresa el Dr. Rocca Rivarola. Agrega que el cuadro dura alrededor de 10 días, pero es en el cuarto a quinto día donde se presenta su máxima intensidad, que se mide según el grado de dificultad para respirar que tiene el niño.
“Es más peligroso y el impacto es mucho mayor en los menores de 3 meses”, ya que en niños muy pequeños una bronquiolitis viral puede provocar episodios de apneas o pausas respiratorias más prolongadas, destaca el médico. No existe vacuna para la bronquiolitis y el tratamiento es de soporte, con lo cual la prevención es fundamental.
La higiene, la lactancia y las vacunas, entre las medidas de protección
Lavarse las manos, promover la lactancia materna, evitar el hacinamiento y el humo del cigarrillo, y consultar al médico ante tos, irritabilidad, rechazo de la alimentación, fiebre y dificultad respiratoria son algunas de las recomendaciones básicas que enfatiza el Dr. Manuel Rocca Rivarola.
“La prevención comienza incluso antes de nacer, controlando el embarazo desde el primer trimestre para prevenir la prematurez y el bajo peso al nacer, situaciones que agravan los casos de bronquiolitis”, añade el pediatra.
Para ciertos grupos de alto riesgo -prematuros, lactantes desnutridos, con cardiopatías o enfermedad pulmonar congénita-, existen además inyecciones mensuales de anticuerpos (Inmunoglobulina anti VSR palivizumab) que ofrecen una protección parcial contra la bronquiolitis durante el primer año de vida.
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Si, a pesar de las medidas de prevención, la enfermedad se contrae, existen tratamientos de soporte basados en la oxigenación, la alimentación y el confort general del niño. “En caso de que no se requiera internación, si es un bebé el afectado se aconseja mantener la lactancia en la medida de lo posible, administrándola muy cuidadosamente para disminuir el riesgo de aspiración debido al mayor número de respiraciones por minuto del bebé. Podrán emplearse ante episodios febriles, antitérmicos en niños mayores”, afirma el Dr. Rocca. En todos los casos, el pediatra recomienda hidratar al niño y mantener las fosas nasales limpias de secreciones para conservar libre el paso del aire.
A veces, cuando la dificultad de respirar se acentúa, se interna al niño para un mayor control y monitoreo de sus signos vitales, aporte de oxígeno, aspiración de secreciones y, en caso de buena respuesta al bronquidilatador, se administra salbutamol en nebulización, o aerosoles presurizados. “En ningún caso se recomienda el uso de jarabes para la tos o descongestivos nasales para el tratamiento de la bronquiolitis y actualmente está discutido el uso de corticoides por vía oral”, termina el pediatra del Austral.
Hospital Universitario Austral