Tenía unas dimensiones de 91x70x165,5 mm, y se presentaba como "más pequeño que un disquete", según el diario El País de España.
La conexión se realizaba al PC mediante un puerto paralelo y su pantalla LCD sólo facilitaba la pista que se estaba reproduciendo.
No llegó a ser un aparato con éxito de ventas debido a que pocos meses después salió al mercado Río PMP300. Su competidor hizo que el primer reproductor de la historia rebajase su precio a los 200 dólares y tuviese que evolucionar al F20, un modelo similar que utilizaba tarjetas SmartMedia 3.3v y que funcionaba con una pila AA en lugar de una batería recargable NiMH.(Telam)