Cabe recordar que el año pasado, mientras se acondicionaba la misma zona preparándola para la temporada veraniega, también se había vivido un caso similar en el que se rompieron varias mesas que se estaban construyendo para ampliar el servicio del lugar.
Estas situaciones de violencia, dejan al descubierto una falencia social, el desprecio por el erario público y la diversión atrofiada que algunos tienen. Lamentablemente este tipo de daños nos afectan a todos, pues muestra que como sociedad, algo falla. Falta de solidaridad, de conciencia, de compromiso, por parte de personas que tienen mucho tiempo muerto y pocos objetivos en la vida.