"El mundo del fútbol es uno de los más globalizados y este cierre está en la línea de la nueva ley sobre la inmigración que plantea obstáculos discriminatorios a quienes quieran trabajar en Italia", afirmó Alioune Gueye, alto dirigente de la CGIL, la más importante del país.
Por su parte, el minoritario bloque de los "Verdes" expresó estejueves a través del diputado Paolo Cento su rechazo a la decisión de la Federación Italiana de Futbolistas (FIGC) por considerarla"inconstitucional", quien también dijo que "es una operación de lobby para favorecer el mercado europeo con la sobrevaluación económica y el primado de los sponsors. Es una medida absurda, pues los mejores jugadores siempre vinieron fuera de la Unión Europa". (Télam/SNI)