En una declaración emitida en Londres, AI pidió a los jefes de Estado y Gobierno que se reunirán a partir del miércoles en Canadá para la cumbre del G-8 que se comprometan a no entregar armas a aquellas regiones en las que existe el claro peligro de que se utilicen para cometer violaciones de los derechos humanos o crímenes de guerra.
Según Amnistía Internacional, las naciones miembros del G-8 exportaron en el año 2000 armas a países en desarrollo por valor de 29.000 millones de dólares, es decir, más del 80 por ciento de todas las armas nuevas vendidas al llamado Tercer Mundo.
AI destacó además que grupos armados peligrosos como Al Qaeda y "unidades gubernamentales brutales o beligerantes" en países como India, Pakistán, Israel y Zimbabwe crearon grandes arsenales con la ayuda de los países del G-8.
"La proliferación del tráfico de armas y la ayuda militar por parte del G-8 socavan los derechos humanos fundamentales y el desarrollo sostenible", sostiene Amnistía Internacional. (Télam-SNI)