Firmada por el columnista Nicholas Kristof, la nota fue calificada por otros medios como "la más asombrosa nota jamás escrita en un gran periódico estadounidense", The New York Times, "toda una institución de la elite de Estados Unidos y contactado con el aparato de seguridad norteamericano".
Kristof acusa a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de total "ineptitud en atrapar al asesino del ántrax", a quien también conoce pero identifica con el misterioso apodo de Dr. Z, "todo un norteamericano, con vínculos íntimos con el Departeamento de Defensa, la CIA y el programa de biodefensa", asegura.
Además, la nota revela que Dr. Z presta activo servicio a la administración Bush, y que "continúa viajando a Asia Central en misiones gubernamentales", al tiempo que Kristof pregunta al FBI si investigó "cuántas identidades y pasaportes" tiene este hombre.
Aunque el FBI le hizo pruebas de detección de mentiras, allanó su casa dos veces y lo interrogó otras cuatro, no puso a este hombre bajo vigilancia ni comparó su letra con la de las cartas que se usaron para diseminar el ántrax, una semana después de los atentados del 11 de septiembre, dijo Kristof.
El columnista sitúa esta negligencia en un contexto más amplio, incluyendo el retraso de meses del FBI en analizar las muestras de ántrax en una carta a un senador demócrata y la decisión de no someter al detector de mentiras a los sospechosos hasta hace tan sólo un mes.(Télam-SNI)