A tal punto llegó el escándalo, que la Corte Nacional Electoral (CNE) acusó a Rocha de violar la Constitución boliviana y, a través de una carta, pidió a la Cancillería que interponga sus oficios "para que tal actitud no se repita".
El alto tribunal electoral también reprocha al diplomático por "exacerbar las tensiones sociales" a dos días de los comicios.
"Quiero recordarle al electorado boliviano que si eligen a los que quieren que Bolivia vuelva a ser un exportador de cocaína importante, ese resultado pondrá en peligro el futuro de la ayuda de los Estados Unidos", había manifestado Rocha en la víspera.
Tan fuera de lugar fue la advertencia del embajador de EEUU, que el propio presidente boliviano, Jorge Quiroga, tuvo que salir a enfatizar que "los bolivianos elegimos libre y soberanamente a nuestros representantes".
Hoy, el país reaccionó indignado por las amenazas de bloqueo económico y político del diplomático norteamericano y todos los partidos, excepto Acción Democrática Nacionalista (ADN), se pronunciaron en contra.
También los empresarios protestaron porque consideran que la dignidad nacional "está por encima de cualquier ayuda económica que se pueda otorgar", en tanto el sindicalismo, desde la misma Confederación Obrera Boliviana (COB), señaló que "Estados Unidos está confundiendo a Bolivia con Afganistán y quiere hacer lo mismo que se hizo en Medio Oriente".
En medio de ese clima, Manfred Reyes Villa aparece como candidato favorito para las elecciones del domingo, aunque continúa la incertidumbre sobre quién ocupará el segundo lugar, clave para dirimir al ganador de la compulsa en el Congreso en caso de que nadie obtenga la mitad más uno de los votos.
Reyes Villa, líder de la derechista Nueva Fuerza Republicana y quien afirma tener planes para acabar con la pobreza y la corrupción, lidera con 26,6 por ciento y 24 por ciento las intenciones de voto según los dos últimos sondeos, aunque estos guarismos son insuficientes para ganar directamente.(Télam-SNI).-