En estos 226 años los Estados Unidos sólo sufrieron esporádicas agresiones externas, como la ocupación de Columbus (Nuevo México) por las tropas de Pancho Villa a comienzos del siglo pasado, o en 1812 cuando los ingleses intentaron recuperar su ex colonia, ya que incluso el saqueo de Los Angeles por Hipólito Bouchard se produjo cuando aún esa ciudad era de España.
Pero desde el 11 de septiembre de 2001 la ciudadanía estadounidense tiene ante si la posibilidad de un ataque en su propio territorio y esta vez de una manera concreta, no como cuando se manejó un muy hipotético desembarco japonés tras el ataque del Imperio del Sol Naciente a Pearl Harbour (Hawaii) al promediar la II Guerra Mundial.
La voladura de las Torres Gemelas de Nueva York, el ataque al Pentágono y otro intento frustrado, de los cuales Estados Unidos responsabiliza a la red islámica Al Qaeda, mostraron a los cientos de millones de habitantes norteamericanos que ahora son alcanzables por las armas de los enemigos, que ya no son los artefactos explosivos caseros de un alienado como Unibomber.
Por eso, los festejos de mañana serán diferentes a los 225 años anteriores al punto que el tradicional y multitudinario picnic de la avenida Mall, en Washington, se desarrollará en un contexto de temor y de grandes medidas de seguridad. (Télam).