Con graves incidentes en la previa al encuentro, que dejó un saldo de 183 detenidos y un hincha acuchillado por un enfrentamiento interno de la barra brava ‘xeneize’, en las inmediaciones del predio de Casa Amarilla, las expectativas de un desahogo futbolístico en el estadio de Argentinos Juniors –donde Huracán hizo de local- quedaron postergadas.
Fue un partido con mucha lucha y poco juego. El conjunto que conduce Carlos Ischia tuvo más iniciativa, pero falló en el preciso momento de la conversión. Lo del ‘Globito’, mucho más modesto, fue una apuesta al contragolpe y a la concentración de sus jugadores para marcar a las grandes figuras ‘xeneizes’.
Riquelme apareció de forma muy esporádica, pero cuando lo hizo –como es costumbre-, su equipo disfrutó de las mayores posibilidades de abrir el marcador: en el primer tiempo, dejó sólo a Palacio, pero el remate del delantero bahiense fue atajado por el arquero Barovero, de excelente labor.
También tuvieron sus chances el colombiano Vargas, Ledesma y otra vez Palacio, pero siempre respondió con seguridad el guardavalla. Paradójicamente, las mejores situaciones para los ‘xeneizes’ fueron en el complemento, cuando el equipo decayó en su rendimiento.(Telam)