Fueron 88 minutos los que estuvo en el campo de juego del Arena Corinthians de San Pablo y la ovación que recibió al momento de ser sustituido por Ramires bastó para reconfirmar el amor y la devoción que los brasileños tienen para con este joven de sonrisa compradora, elegido por la FIFA como el mejor jugador del partido.
Y lo cierto es que en apenas su primera participación en un Mundial ya le alcanzó para superar en estadísticas del máximo torneo del fútbol a los únicos dos hombres que lo superan en calidad y capacidad de juego, según la consideración internacional: Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo.
El astro argentino marcó su primer gol en un certamen ecuménico el día de su debut en Alemania 2006 frente a Serbia y Montenegro (6-0), 15 minutos después de haber entrado a la cancha desde el banco de suplentes. Pero luego en los otros siete encuentros que disputó sumando los de Sudáfrica 2010 no volvió a anotar.
El caso de Ronaldo es similar en cuanto al bajo rendimiento en Mundiales pues marcó en su segundo partido en 2006, de penal, ante Irán (2-0) y el último del 7-0 ante Corea del Norte en 2010, para totalizar apenas dos tantos en 10 cotejos.
En tanto, pese a que se dice comúnmente que "las comparaciones son odiosas", bien vale resaltar que el brasileño Ronaldo, el máximo goleador de la historia de la Copa del Mundo con 15 tantos en 19 encuentros, recién se estrenó en la red en su segundo cotejo (Marruecos 3-0) y su primer doblete lo consiguió en el cuarto (Chile 4-1) de Francia 1998.
Es más, otro histórico local como Pelé (12 en 14) logró su conquista inicial en su segunda presentación (Gales 1-0) en Suecia 1958, mientras que Diego Maradona (8 en 21) tampoco pudo marcar en su primer partido y recién alcanzó un ´doblete´ (Hungría 4-1) en el segundo de España 1982.
Anoche, Neymar no tuvo su mejor comienzo, es cierto, porque estuvo impreciso en los pases, le costó eliminar rivales con su gambeta y hasta le pegó un codazo a Luka Modric que le podría haber significado la expulsión, pero tuvo la suerte que el árbitro japonés Yuichi Mishimura solo le sacó tarjeta amarilla.
Sin embargo, dolido por la derrota parcial y la tristeza y preocupación de la gran mayoría de las 62 mil personas que colmaron el estadio, el ´10´ tomó el balón cerca del círculo central a los 29m. del primer tiempo, evitó la marca de atrás, avanzó hasta la medialuna y definió desde afuera del área contra un palo.
Después en el complemento, a los 26m., tuvo otra prueba de fuego, porque tras un penal polémico que el árbitro cobró cuando Fred se cayó en el área, Neymar no dudó en pedirlo y ante una expectativa total, pese a que Stipe Pletikosa tocó el balón, logró el 2-1 parcial que luego decoraría Oscar con el 3-1 sobre el final.
Así, el nacido en Mogi das Cruzes, San Pablo, cerró una actuación consagratoria ante su gente en su estreno en un Mundial para demostrar que todo el brillo y la chapa de crack que mostró en la Copa de las Confederaciones 2013, donde encabezó a su selección al título y resultó el mejor del certamen, no fue mera casualidad.
Neymar da Silva Santos Júnior, de 1,75 metros y delgada contextura, había sorteado con creces la responsabilidades de aquel certamen internacional también desarrollado en Brasil donde llegó cuatro veces a la red en cinco partidos, incluyendo un tanto en la final ante el campeón ecuménico España (3-0).
Y anoche, el ex Santos, ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos en Londres 2012 y que el día de su debut en la selección mayor ya anotó un gol ante Estados Unidos (2-0, el 10 de agosto de 2010), llegó a 33 tantos en 50 partidos en el ´Scratch´ y le dio el visto bueno a sus compatriotas para ilusionarse.
Brasil, máximo campeón, ya celebró en Suecia 1958, Chile 1962, México 1970, Estados Unidos 1994 y Corea y Japón 2002, pero ahora quiere lograr el ´hexa´ de local para enterrar aquel histórico "Maracanazo" de 1950 cuando Uruguay les ganó 2-1 en el partido decisivo de ese Mundial en el famoso estadio de Río de Janeiro.
Claro, si Neymar se mantiene en el nivel mostrado ante Croacia, sin dudas, los habitantes de la futbolera tierra ´verdeamarela´ tienen más que permitido el derecho a soñar.
Fuente: Télam
