Tras vencer al Barcelona, los jugadores marcharon hacia Cibeles, pero en el momento en que Sergio Ramos tenía el trofeo y se lo dedicaba a los miles de hinchas que vivaban desde abajo, la copa se resbaló de las manos del lateral y cayó al piso. Los choferes del micro no se enteraron y el móvil la aplastó.
La Copa del Rey tardó tres meses en fabricarse, obra del joyero Federico Alegre. El trofeo tiene un costo de más de 10 mil euros. Con la destrucción, la copa podría quedar como una obra de arte abstracta. Mientras, en las vitrinas del Real Madrid, descansa una réplica, preparada especialmente para hurtos o accidentes, tal como le pasó a Sergio Ramos. (Infobae)