En medio de la corrida, los vándalos del país trasandino rompieron vidrios, paredes, plasmas y mesas en el sector de trabajo donde se encontraban periodistas de varios países del mundo, quienes no sufrieron ninguna agresión por parte de los fervorizados chilenos, y muchos ingresaron al estadio.
Tras varios minutos de descontrol, los aficionados chilenos fueron detenidos por la responsables de la seguridad de FIFA y detenidos por la policía militarizada de Brasil que ingresó al estadio para mantener la calma en la previa al encuentro entre Chile y España.
Fuente: Télam