Los goles de Boca los señalaron, ambos en el primer tiempo, Juan Forlín y Luciano Figueroa, mientras que Rodrigo Palacio marcó el tercero, en la parte final.
El partido se jugó en La Bombonera, donde los hinchas tuvieron numerosas muestras de afecto para Riquelme, con un correcto arbitraje de Carlos Maglio.
Con este triunfo el equipo de la ribera llega a los nueve puntos en el torneo Clausura, quedando a seis unidades del único líder del certamen, el gran Lanús de Luis Zubeldía.
Sin ser una maravilla, ni mucho menos, Boca en el primer tiempo fue muy superior a Argentinos Juniors, generando varias situaciones de gol y por momentos dominando a voluntad.
En un partido especial para Juan Román Riquelme, por todo lo sucedido durante la semana, al diez de Boca se lo pudo observar con mucha más movilidad que en encuentros anteriores, pero sin entrar en contacto con la pelota todo lo que su equipo lo necesita.
Sin embargo, Román apenas pasado el cuarto de hora estuvo cerca de abrir el marcador con un preciso remate que pegó en el travesaño.
A partir de esa situación todo fue del equipo de la ribera, que falló en los metros finales, a veces por carecer de profundidad, otras por no acertar en el último pase o no por no ser preciso a la hora de rematar al arco.
Por eso tardó 39 minutos en ponerse en ventaja, algo que consiguió gracias a un gran frentazo de Forlín, quien se elevó solo dentro del área para establecer el 1 a 0, luego de un corner ejecutado por Nicolás Gaitán desde el sector derecho.
Argentinos Juniors intentó reaccionar adelantando a Néstor Ortigoza, su mejor jugador, y con la movilidad de sus delanteros y se acercó al área defendida por Roberto Abbondanzieri.
Pero cuando el primer tiempo estaba por pasar a la historia Martín Palermo se disfrazó de Riquelme para habilitar a Figueroa, quien con una volea cruzada estableció el 2 a 0, con el que los equipos se fueron al descanso.
En el segundo tiempo todos esperaban una rápida reacción de Argentinos Juniors, porque necesitaba descontar rápidamente debido a que estaba dos goles abajo en el marcador.
Pero eso no pasó, porque el equipo de La Paternal se mostró timorato, sin aparecer Gabriel Peñalba careció de fútbol y todo se le hizo cuesta arriba.
Para colmo de males para los dirigidos por Claudio Vivas en Boca Riquelme salió decidido a jugar su partido, a intentar hacer un gol y a demostrar que todavía puede gambetear para delante, algo que le había reclamado Maradona la semana pasada.
Sin embargo, todos los intentos individuales de Riquelme se diluyeron al llegar al área, pecando en varias de esas oportunidades de egoísta, porque varias veces tuvo compañeros mejor ubicados para definir.
Después del cuarto de hora Boca bajó el ritmo, le cedió la pelota al rival para pararse de contra, pero ni el "Bicho" atacó -sólo Andrés Romero, quien ingresó en el segundo tiempo por Gabriel Hauche- ni Boca se preocupó demasiado por ampliar el marcador.
La frutilla del postre para Boca llegó con el gol de Palacio, por la jugada previa y el taco brillante con el que Palermo le sirvió el tanto al delantero bahiense.
Los minutos corrieron y el tiempo que quedó sólo sirvieron para que los hinchas de Boca continuaran ovacionando a Riquelme y festejen una victoria que les permite seguir soñando en el torneo Clausura. (Telam)
