"Espíndola no murió por un coágulo en la cabeza, sino que falleció porque estaba pasado de revoluciones, por sobredosis", manifestó a la prensa local Soto y añadió que todos "sabían que se drogaba y nadie lo protegió".
El pugilista misionero falleció en la madrugada de este domingo tras permanecer 22 horas en estado de coma cuatro, como consecuencia de un desmayo sufrido al término del combate que perdió con el campeón argentino y sudamericano supergallo, el catamarqueño Fabio "Buyu" Oliva.