Este domingo, al “Turco” un triunfo le serviría como bálsamo para aplacar las dudas que se generaron en las últimas semanas y ponerle paños fríos a tantas tormentas que sobrevolaron por su cabeza. Por eso cambiará. El equipo mostró un pobrísimo nivel colectivo a en estas tres fechas que jugó en el Apertura, por lo cual, Mohamed intercambiará fichas para salir del letargo y mejorar el nivel, el volumen y la capacidad de juego.
El entrenador de Independiente apostará por Lucas Villafañez como creador de juego. Justamente, el ex juvenil de la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia, fue el verdugo de Boca en el pasado Clausura, en La Bombonera, donde convirtió un lindo gol para el empate final en uno. Así, Facundo Parra y Marco Pérez podrían no quedar tan aislados y conectarse con más facilidades al circuito rojo. En la mitad de cancha estará la gran batalla por la tenencia del balón.
Boca, por su parte, llegará debilitado por la ausencia de su futbolista más claro, preciso y pensante: Juan Román Riquelme. El enganche se recupera de un pequeño desgarro en el isquiotibial izquierdo y no estará en el Libertadores de América. Así, Julio Falcioni debe trocar piezas para no extrañar al mejor futbolista que hoy por hoy tiene “El Xeneize”.
De esta manera, el entrenador aún no confirmó si utilizará a Christian Chávez como enganche o apostará por la velocidad de Pablo Mouche, para atacar con tres delanteros a una defensa de Independiente que se parará, justamente, con tres hombres. A Mouche, generalmente, le va bien con “El Rojo”.
La misión de Boca será no extrañar demasiado a Riquelme y hacerse fuerte en los clásicos, esos partidos bisagra que nadie quiere perder y que le servirá al conjunto “xeneize” para alimentar sus ilusiones de pelear el título o deberá seguir consolidando la idea con el correr de las fechas. Un domingo a todo o nada, donde está prohibido perder.
Fuente: playfutbol.infobae.com
