El exitoso técnico campeón mundial sub 20 en 1995, 1997 y 2001 había advertido entonces, después de reunirse con Julio Grondona y en su única declaración tras el fracaso mundialista: "primero hay que definir qué es lo que se quiere hacer de ahora en adelante y después elegir el nombre del técnico".
Aquella reunión con Grondona, de dos horas, apenas sirvió para la "conversación y el entendimiento" con Grondona, y volver a hacerse corresponsable de la eliminación de la selección mayor en Japón. "Fracasamos", evaluó.
"Para mí terminó la etapa de entrenador de los seleccionados juveniles", aclaró, y deslizó en dos palabras una alternativa que pocos consideraban, de entre tantas que se mencionaban: manager reconfirmado, nuevo entrenador... "o nada".
"Las autoridades tienen que tener la responsabilidad de elaborar un proyecto y lograr un acuerdo. La Selección nueva debe ser conducida por un entrenador con puntos favorables y que se amolde a ese plan", explicó.
Ya entonces, fuentes de la AFA daban por seguro que Grondona se proponía eliminar la figura de manager. (Télam).-