También llama la atención en quienes recaerá la función de conducir los destinos de Racing, que nuevamente manejarán los integrantes del órgano fiduciario, los mismos que homologaron el contrato de gerenciamiento que acaba de ser suspendido.
Desde que García Cuerva asumió su función denunció irregularidades, incumplimientos contractuales que no son nuevos, ni ocurrieron hace pocos días, sino que vienen sucediendo, algo que Télam denunció durante estos años, desde hace mucho tiempo.
El nuevo interventor mantuvo reuniones con Fernando De Tomaso, quien dejó de ser un hombre al que no le interesaba hacer negocios con Racing, según le dijo el gerenciador a Télam, para pedir seis millones de dólares para abandonar un barco que está a punto de hundirse.
Los hinchas de Racing están festejando por estas horas, pero la realidad es que no sólo es preocupante lo deportivo, sino que también por lo institucional.
Está claro que la gente de la “Academia” quería la vuelta de la democracia al club (en marzo del año que viene serán las elecciones), pero ahora comienza una pelea judicial más que ardua, debido a que la deuda que deja la gerenciadora superaría los 100 millones de pesos, según le comentaron a Télam fuentes de la entidad de Avellaneda.
Carlos Ves Losada, Eduardo Bugallo y Eduardo Gilberto, éste último el contador que siempre se mostró en las fotos con Fernando Marín y con Fernando De Tomaso, defendiendo a viva voz la tarea de Blanquiceleste, serán ahora los que conduzcan, con el aval del juez Gorostegui, los destinos de Racing.
Ellos serán los que ahora no sólo tienen que llevar tranquilidad al equipo profesional, a los socios e hinchas, sino que también deben negociar quien se hace cargo de la deuda de la empresa gerenciadora.
La cuestión es que Blanquiceleste no tiene ningún patrimonio a su nombre, en el año 2000 se inscribió con el mínimo, poco más de diez mil pesos.
La gerenciadora todavía tiene muchos pedidos de quiebra y la pregunta ahora es quien se hará carga de pagarle a Gustavo Costas, Reinaldo Carlos Merlo, Francisco Maciel, entre otros, más las decenas de proveedores del club.
Para esta cuestión la respuesta es sencilla, se tendrá que hacer cargo Racing, por más que le busquen vueltas y quieran obligar a De Tomaso, quien también tiene sus cuentas bancarias en rojo, con decenas de cheques sin fondos (algo que figura en el Banco Central).
Algunas personas importantes desde hace tiempo que saben de los manejos de Blanquiceleste y por eso el año pasado, antes de que concluya el 2007, el gerenciamiento en Racing tenía fecha de vencimiento, algo que también Télam adelantó en forma exclusiva.
Está claro que esta hipoteca que deja Blanquiceleste no será fácil de levantar, pero al menos, serán los socios quienes elijan quien conducirá los futuros de un club, que sólo por su gente nunca dejó de ser grande.(Telam)
