Pero en la cancha, se clavó el empate y el guanaco no mostró eficacia en su presagio.
El dueño de Zoilo se llama Ermelindo, es un “adiestrador de animales autóctonos en la tarea de la prestidigitación y el vaticinio”, según había declarado. “El Zoilo es un guanaco y el guanaco se expresa a los gargajos”, agregaba el hombre.
A la hora del pronóstico, Zoilo había entrado en trance, emitiendo extraños sonidos guturales, con los ojos casi fuera de sus órbitas. De repente, dio dos escupitajos sonoros, precisos, casi sin interrupciones sobre la A (de Argentina, dibujada en piso por Ermelindo), y un poco más tarde uno en la B (de Bolivia).
“2 a 1. Argentina 2 a 1. Argentina hace dos goles rapiditos y Bolivia descuenta antes del final”, decía su dueño. Claro que puede fallar... porque a la hora de mencionar a los autores de los goles, Ermelindo aseguró que serían “Batistuta y Balbo para Argentina. Angola para Bolivia”. Parece que Zoilo no se renovó en la formación y tampoco debe saber que Batista es el DT. Algo hacía saber que el pronóstico del guanaco iba a fallar... y ahora quiere la revancha.
Fuente: 26noticias.com.ar