El estadio Luna Park, construído hace 70 años, tiene una estructura más adecuada para albergar espectáculos artísticos que deportivos y por esa razón debió recorrer un árido camino antes de que la Federación Internacional de Vóleibol (FIBV) lo confirmara como una de las seis subsedes del torneo.
En el proyecto original, el mítico Luna sólo se ofrecía como "estadio alternativo", ya que se pensaba montar uno más moderno en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. (Télam).-