El técnico se mantuvo durante todo el partido a un costado del banco de suplentes sin dar indicaciones. Sus ayudantes se hicieron prácticamente cargo del equipo y de los cambios en lo que fue un cierre lamentable de un Mundial vergonzoso para el último subcampeón.
Pero al final del partido, cuando el entrenador brasilero Carlos Alberto Parreira fue a darle la mano, Domenech lo rechazó de muy mala manera. La discusión comenzó a subir de tono y Parreira fue retirado por uno de sus colaboradores.
Según explicó Parreira, Domenech le reprochó las críticas que había hecho tras la clasificación de Francia para el Mundial de Sudáfrica, gracias a una mano de Thierry Henry.
“Me dijo que no quería hablarme porque critiqué a la selección francesa”, explicó Parreira. En Diciembre pasado Parreira había dicho que la clasificación de Francia para el Mundial era “una vergüenza para el fútbol”.
Así concluyó la novela de la Selección francesa un Mundial que se va a olvidar rápidamente en Francia. Domenech le deseó suerte a su sucesor, Laurent Blanc, y a la selección "Amo a la selección, ha tenido momentos extraordinarios y van a continuar, porque la selección no muere nunca, va a continuar", aseguró un Domenech visiblemente emocionado.
Fuente: Infobae