En la Liga inglesa existe un decreto que establece que es el árbitro quien debe decidir cuándo se detiene el partido por lesión de un jugador.
El manager estimó que el problema es "cuánto puede tolerar un colegiado que los jugadores caigan". "No hay dudas de que ahora (la situación) se aprovecha hasta un nivel ridículo", señaló antes de lamentarse por no conocer la solución.
"No sé cómo pararlo. Si los jugadores no tiran la pelota afuera, les recriminan los contrarios y los hinchas, así que la tiran afuera".
Ferguson estimó que no es "una mala idea" dejar que los médicos trabajen en el campo mientras el juego continúa, como se hace en el rugby, y aseguró que quienes se detienen y no continúan el juego "son tan culpables como el que está tirado".
El técnico criticó también la costumbre de devolver el balón a posiciones lejanas, generalmente muy cerca del área rival. "Es muy estúpido decir que ellos deben tirarla afuera y nosotros devolverla a su área. Es ridículo".
Fuente: Télam