Pero eso no fue todo. La muchacha fue a buscar "refuerzos", y le avisó a otros pares, todos "enfermos" por la banda roja, y se aglutinaron en el hall del hotel para lanzarle improperios al expresidente de River.
Allí no termina la historia; ni en la playa pudo pasar desapercibido Aguilar, ya que el grupo de hinchas lo abordó nuevamente con insultos y antes de que las cosas pasen a mayores, el apuntado como el mayor culpable del peor momento en la historia de River, huyó (dicen que se fue corriendo) a refugiarse en el hotel.
Aguilar podrá "zafar" de la condena judicial por todos sus contactos y relaciones con hombres poderosos, pero no se salvará de la condena social de la que ya es blanco. 26noticias.com.ar