Según testigos, la situación se calmó con la llegada de la Policía Federal, que lanzó gases lacrimógenos para dispersar.
El operativo de seguridad dispuesto para el superclásico cuenta con 1.200 agentes y comenzó a funcionar seis horas antes del inicio del partido, previsto para las 15.30.
Durante la jornada, también se registraron discusiones aisladas entre hinchas en Del Libertador y Lidoro Quinteros, vía de acceso del público visitante al estadio.
Además, la policía le secuestró a la hinchada de Boca, que partió a Núñez en caravana, dos coronas fúnebres que aludían al descenso del máximo rival, el año pasado.
También descolgó en las adyacencias del Monumental un pasacalle con la leyenda: "La bandera negra más larga del mundo es de River".
Fuente: Télam