Muchos seguidores de Boca llegaron a las 16 del miércoles al estadio para guardar su lugar y asegurarse sus entradas, pero con la llegada de los demás fanáticos durante las primeras horas de este jueves la situación se transformó en un caos.
La policía intenta mantener el orden de los xeneizes, tarea que por momentos se hace difícil por la gran cantidad de personas que hay en el lugar que forcejearon para ser los primeros en la fila.
Según algunos testigos hubo piedrazos hacia las cabinas de expendio.El ministro de Seguridad, Carlos Aranda, confirmó que el operativo se diagramó con mucha antelación y se puso en marcha el miércoles.
(Fuente: Diario Uno)