"Nunca tuve la suerte de conocerlo, pero lo considero mi segundo padre. A él le debo la fortuna de haber encontrado dos personas, mis padres adoptivos, que se transformaron en el punto de partida de mi nueva vida", señaló este miércoles la joven de 21 años en declaraciones que reprodujo el diario napolitano Il Mattino.
La historia, que muy pocos deben conocer y que muestra otra cara del crack, comenzó cuando la protagonista era, como muchas otras, una "niña de la calle" huérfana que deambulaba por las calles del barrio porteño de la Boca. (Télam)