Los 815.754 pesos que dejaron en boletarías las casi 60.000 almas que poblaron el Monumental reflejaron que en estos tiempos de crisis el fútbol sigue siendo no sólo una pasión, sino también un negocio espectacular.
La hinchada de Boca, tres horas antes del partido, se reunió en el complejo de Casa Amarilla y allí, custodiados por cuatro carros de asalto y seis policías en motocicletas, emprendieron la marcha hacia Núñez.
Los de River, concentrados en las cercanías de la estación Rivadavia, atiborraron las calles aledañas al estadio y portando todo tipo de banderas rápidamente llenaron el sector popular.