En caso de obtener esa presea, el seleccionado argentino lograría su lugar más importante desde el tercer puesto conseguido en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
El seleccionado dirigido por Javier Weber cayó por parciales de 25-22, 42-40 y 25-23, en un partido que se desarrolló en el Ergo Arena de Gdansk, Polonia, durante una hora y 35 minutos.
Polonia perdió en la otra semifinal ante Rusia por 3-1 con parciales de 25-22, 25-23, 22-25 y 25-17.
En la caída de este sábado ante Brasil Facundo Conte volvió a ser el máximo anotador de la Argentina, en esta ocasión con 20 puntos, seguido por Federico Pereyra, con 15, y Sebastián Solé, con 10.
Por el lado de Brasil, su goleador fue Theo, con 23 puntos, uno de los cuales le permitió a su equipo llevarse el peleado segundo set.
Más allá del 3-0 final, el seleccionado argentino jugó un estupendo partido a partir del segundo set, parcial que debió quedar en su poder, pero eso no ocurrió porque enfrente se topó con el mejor equipo del mundo.
A pesar del 25-22, el primer parcial del encuentro fue el pasaje más flojo de la Argentina, aunque estuvo arriba en el tanteador. Los dirigidos por Weber fallaron en el saque (Conte y Luciano De Cecco cometieron varios errores), el bloque prácticamente no existió y nunca se pudo encontrar la manera de frenar a Lucas ni de quebrar la espectacular defensa de los brasileños.
A partir del segundo set se dio otro partido. El seleccionado argentino no sólo mejoró en aspectos del juego (la dupla Crer-Solé levantó el nivel a la hora de bloquear), sino que también en la confianza, algo que le permitió jugarle de igual a igual y provocar la preocupación del rival.
Y como agregado al repunte general del equipo, habrá que añadirle el demoledor trabajo de Pereyra, quien con sus puntos permitió que Brasil no se pudiese escapar en el marcador.
En este lapso del partido, como sucediera ayer con Polonia, el árbitro, en este caso el húngaro Bela Hobor, jugó un papel importante, ya que en varias jugadas dudosas favoreció a Brasil.
Claro que Brasil no ganó el maratónico segundo set por los errores o regalos de los jueces, sino porque en el momento del cierre exhibió su mayor oficio para prevalecer en ese tipo de situaciones.
El tercer y último set fue un fiel reflejo del segundo. El marcador siguió moviéndose tanto a tanto (Brasil sacó la mayor diferencia cuando se puso 19-16) y tuvo su punto máximo de tensión cuando se llegó al 23-23.
Pero como en el set anterior, volvió a privar el oficio de Brasil, y a través de Lucas y un bloqueo se quedó con el 25-23 y el pase a la final de este domingo. (Notio.com)
