Sin embargo, hay un “ítem” en el cual aún no hay, siquiera, un principio de acuerdo: las condiciones en las que Quilmes acepta “desprenderse” de Caruso. ¿Qué es lo que tiene que suceder para que el “Cervecero” deje ir a su entrenador?
Las condiciones son dos. Una es que resigne la deuda que el club tiene con él, que es de, aproximadamente, 150 mil dólares (tres meses de sueldo); la otra, que sea el propio entrenador el que confiese públicamente las intenciones de “cambiar de aire”. Ante la primera de las opciones, el técnico fue contundente: “Yo no puedo resignar nada. Hay gente que trabaja conmigo y que necesita el dinero”.
Zanjada esta diferencia, los términos económicos del contrato entre San Lorenzo y Caruso ya están acordados. Aunque aún no trascendieron las cifras, se rumorea que el dinero para resarcir a Quilmes lo pondría un grupo inversor cercano al club de Boedo, mientras que el contrato de Caruso lo pagaría San Lorenzo de sus comprometidas arcas.
Se habla de alrededor de un millón de dólares por un año de trabajo para Caruso y su cuerpo técnico, y un premio extra, por zafar del descenso directo y de la Promoción. ¿Puede el "Ciclón" darse estos lujos?
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