El boxeador argentino, recientemente consagrado tras su pelea con el mexicano Julio César Chávez Jr., confirmó así que pasa por su cabeza hacer una exhibición de boxeo en su país natal y en la cancha de River, el club de sus amores.
Ya asumida la victoria y su masiva mediatización, el quilmeño contó detalles de las horas previas de la pelea que lo motivaron aún más para concretar su sueño como fueron los contactos con Diego Maradona y con Lionel Messi.
"Era la mañana del día en que peleaba y me sonó el celular. Atendí y era Diego Maradona. Se me caían las lágrimas mientras él gritaba como un loco. ´¡Hacé lo que dijiste en el pesaje!´. ´¿Pero tú sabes quién soy yo?´, le respondí", recordó aún emocionado.
Y como si el llamado del astro no fuese suficiente, también fue reconocido por el mejor futbolista del mundo en la actualidad, Lionel Messi: "Me mandó un mensaje para darme ánimo", contó.
Recuerdos imborrables
Sobre su consagración y el reconocimiento mundial que le dio la misma, "Maravilla" destacó que fue muy importante la promoción que tanto él como Chávez Jr. hicieron de la pelea con sus careos previos.
El argentino recordó también lo que pasó por su cabeza cuando cayó a la lona en el último round: "Tenía dos opciones: moverme para sobrevivir o quedarme a pelear y demostré que además de hacer las cosas bien boxeando hice las cosas bien porque boxeé después de haberme caído".
Su particular estilo
"Maravilla" explicó con tinte aleccionador por qué baja la guardia durante algunos pasajes de sus batallas en el ring: "En el boxeo importan el tiempo y la distancia, engañar al rival. No voy a ganar por pegar más, sino porque no me peguen. El boxeo no es posicional, es mental. Ahora lo puedo decir con la autoridad que me dan nueve cinturones, antes no. Hay que trabajar para recibir poco. Mientras otros sigan con la teoría contraria, mejor para mí. Seguiré ganando".
Brazos arriba, bolsillos llenos
La pelea con Chávez Jr. le dejó a "Maravilla" una ganancia total de U$S 7 millones.
Así surge de los datos revelados de manera oficial: 30 millones de dólares por los abonos del Pay Per View (pagar para ver), 5 millones en otros conceptos televisivos y 3 millones por la venta de entradas del Thomas and Mack Center, entre las cifras más relevantes.
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