Los efectivos de seguridad trabajan de a pie en su mayoría, pero también hay caballos, motos, distintos tipos de vehículos y hasta helicópteros que patrullan la zona desde muy temprano.
Justamente, el Beira-Rio estuvo cerrado en un perímetro de 500 metros a la redonda hasta las 10 de la mañana, cuando recién se permitió el paso únicamente a las personas que contaban con entradas para poder acercarse a las puertas del estadio.
Una vez en las inmediaciones, el público debió recorrer laberínticos vallados para pasar por nuevos controles antes de por fin acceder a su ubicación en el escenario con capacidad para 43.400 personas.
Argentina enfrentará a Nigeria desde las 13 en Porto Alegre, una ciudad en la que se esperan más de 100.000 ´albicelestes´, de los cuales menos de la mitad tendrán la chance de ingresar al estadio y por tal motivo las fuerzas policiales están alertas desde temprano para poder garantizar la seguridad.
Fuente: Télam