El español se motró feliz y aceptó abarcar varios temas, como el desarrollo de su partido ante Wawrinka, su excelente momento en el tenis y también la crisis socio económica que afecta a su país.
"El partido fue duro y tras perder el segundo set, Wawrinka me quebró el servicio y comenzó 1-0 el tercero, en ese momento me estaba arrollando. Decidí arriesgar más, tomé buenas decisiones en la cancha y el físico me ayudó para quedarme con la victoria", analizó el número uno del tenis español.
Ferrer conquistó en Buenos Aires su título número 20, marca que le permitió igualar a Carlos Moyá y sólo se ubica debajo de dos españoles en la historia en cuanto a cantidad de torneos: Rafael Nadal, que tiene 51 y es el único que sigue en actividad, y Manuel Orantes, que sumó 32.
"El año pasado fue fantástico, ya que gané siete títulos, entre ellos un Masters 1000 (en París), y este lo comencé con otros dos en Auckland y Buenos Aires. No pienso en batir records, sino en mejorar día tras día y seguramente cuando me retire del tenis le daré más valor a lo que gané", comentó sin perder la humildad Ferrer.
El español, quien acumuló en los ùltimos años mucha experiencia y solidez mental, claves para calmar la ansiedad que lo caracterizaba en otras épocas, se refirió -por último- a la crisis que atraviesa su país.
"La crisis afecta a toda España y seguro que influirá también en el deporte. La gente en mi país la está pasando mal y los jóvenes tendrán dificultades en el futuro, en cuanto al apoyo económico para iniciar sus carreras", reflexionó el tenista, uno de los favoritos del público argentino.
Fuente: Télam