Sin la letra, sólo la música, fue la que atronó en el estadio de los Trabajadores cuatro horas antes del partido que sostendrán en la noche de Beijing, a partir de las 10 de la mañana de Argentina, los dirigidos por Batista y Brasil.
Si bien no había más de un argentino en el estadio en el momento que sucedió eso, llamó la atención, especialmente porque sólo daban vuelta por el estadio algunos de los cientos de periodistas brasileños que presenciarán esta noche el encuentro que definirá a uno de los finalistas del torneo olímpico de fútbol de los Juegos de Beijing 2008.
Luego de esa prueba de sonido llegó el tiempo del ensayo del ingreso a la cancha de las banderas de cada país y las dos de la FIFA y después se escucharon los himnos, como si el partido estuviese por comenzar.
Primero se escuchó el himno nacional argentino y luego el brasileño, que fue seguido con respeto y silencio porque dentro del estadio no había más que voluntarios y algún que otro periodista.
Carlos Juvenal, enviado especial | Télam