Con algunos de sus seguidores trepados al alambrado ya al minuto de juego y después de dos interrupciones, la primera de 12 y la segunda de 5 minutos, Ruscio decidió suspender definitivamente el encuentro.
De los heridos, cuatro fueron policías con cortes leves provocados por ladrillazos, mientras que los hinchas, todos de Lanús, cinco (con politraumatismos) fueron derivados al hospital Gandulfo y el restante, con un tajo en la cara, fue atendido en la enfermería del estadio de Banfield.Los desmanes comenzaron antes del partido y arrojaron por entonces un total de cuatro personas heridas y tres detenidos, cuando el grueso de los hinchas de Lanús llegó al estadio de Banfield en caravana por Arenales y arrojó piedras contra los automóviles estacionados y las garitas de seguridad, todo bajo la permisiva mirada del personal policial que los custodiaba. ( T�lam)