"Tuve muchos ofrecimientos desde afuera y también de Estudiantes, me está costando mucho salir del país. En ese sentido no me puedo quejar, pero tomé la decisión de esperar. Si hubiese querido, ya estaría entrenando, pero prefiero esperar", expresó el campeón mundial con la Selección en México 1986.
Siguiendo esta línea de análisis, conversó sobre la salida de Sergio Batista y la inminente asunción de Alejandro Sabella. Pese a mostrar su disgusto por no tener una posibilidad, bancó al ex entrenador del “Pincha”, quien en las próximas horas será presentado oficialmente: “Son decisiones de los dirigentes y hay que respetarlas. Uno sabe la capacidad que tiene y ha hecho campañas muy buenas en todos lados”.
Respecto a las pocas oportunidades que se le brindó desde la AFA, y más teniendo en cuenta que había muchos integrantes de la generación del ’86 trabajando, agregó que no estaba dispuesto a acompañar: “Uno tiene un currículum muy grande y estoy para dirigir, no para acompañar”.
Ya consumada la postura para que Sabella sea el entrenador de la Selección, Pumpido pidió apoyo: “Cuando las decisiones están tenemos que apoyar porque es la Selección de todos. Si fue elegido por algo será, ha hecho cosas muy importantes y con experiencia para haber trabajado con la mayor. Hay que apoyarlo y que no pase eso de ir cambiando”.
Nery Pumpido también advirtió lo duro que serán de ahora en más los torneos locales debido a que “los equipos que ascendieron se equipararon mucho con los de Primera División”. Siguiendo el análisis del fútbol local y del descenso de River, agregó: “Por lo que se venía manejando en el club se veía que podía llegar a pasar. Es una atención para todos al saber que le puede pasar a cualquiera”.
Por último, se refirió al conflicto entre Juan Pablo Carrizo y Ubaldo Fillol: “Hay situaciones que a veces uno lo puede solucionar. Carrizo estaba viviendo un momento muy difícil pero también entiendo al ´Pato´, que es un tipo con mucha trayectoria y lo vio todo el mundo”.
Sin embargo, para Pumpido el conflicto se podría haber arreglado, “como personas grandes charlando en privado” y que siempre es bueno “dejar el orgullo de lado y más cuando se está pasando por una situación tan difícil como la que estaba viviendo River”. (Infobae)
